No siempre lo más bello del amanecer está en el horizonte, ni en las caprichosas y anárquicas nubes que logran componer cada día un cuadro perfecto; muchas veces está detrás de nuestros ojos, bajo el codo de un brazo cuyo extremo pulsa incesantemente ese botón que captura cien fotografías iguales en cien mañanas diferentes.
Muchas veces basta con darnos la vuelta... darle una vuelta...
eso es creatividad.
Voilà...
4 comentarios:
Creatividad y saber darle importancia a los detalles que normalmente nos pasan inadvertidos.
Una gran virtud, vaya.
Saludos.
Perséfone gracias por todos tus comentarios :-)
Decía "El Principito" que lo esencial es invisible a los ojos (yo "corregiría" y diría que a los ojos dormidos y desilusionados).
Porque aquellos que están despiertos y llenos de ilusión siempre consiguen ver la esencia, el detalle.
Un abrazo.
Crema
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